Las alergias pueden ser causadas por antecedentes familiares, contaminación del aire, alimentos procesados, estrés, tabaquismo, etc. Sin embargo, lo que le preocupa al doctor Delespesse, quien también es director del Laboratorio de Investigación de las Alergias en el Centro Hospitalario de la misma universidad, es nuestra relación con las bacterias.
Existe una relación inversa entre el nivel de higiene y la incidencia de
alergias y enfermedades autoinmunes, dice Delespesse. Cuanto más estéril es el medio en que vive un niño, más alto es el riesgo de que vaya a desarrollar alergias o un problema inmunológico en su vida.
En 1980, el 10% de la población occidental sufría de alergias. Hoy, es el 30%.
En 2010, uno de cada diez niños es asmático y la tasa de mortalidad derivada de esta enfermedad aumentó un 28% entre 1980 y 1994.
No es sólo la prevalencia, sino la gravedad de los casos, dice el doctor Delespesse. Las regiones en las que las condiciones sanitarias se han mantenido estables también han mantenido un nivel constante de alergias y enfermedades inflamatorias.
Las alergias y otras enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1 y la esclerosis múltiple, son el resultado de que nuestro sistema inmunológico se vuelva contra nosotros mismos , explica Delespesse.
¿Por qué sucede esto?
Las bacterias de nuestro sistema digestivo son esenciales para la
digestión pero también sirven para educar a nuestro sistema inmune. Le enseñan
cómo reaccionar frente a sustancias extrañas. Esto sigue siendo clave en el
desarrollo del sistema inmune del niño.
Aunque la higiene reduce nuestra exposición a las bacterias dañinas, también limita nuestra exposición a los microorganismos beneficiosos. Por eso, la flora bacteriana de nuestro sistema digestivo no es tan rica y diversificada como era antiguamente.
Delespesse recomienda probióticos para enriquecer nuestra flora intestinal porque son bacterias intestinales que tienen un impacto beneficioso sobre la salud.
Explica que han sido utilizados durante décadas para hacer yogur, tienen efectos demostrados en el tratamiento de la diarrea, y cada vez más estudios indican que ofrecen beneficios similares para el sistema inmune y las alergias.
El consumo de probióticos durante el embarazo podría ayudar a reducir las
alergias en el niño, sostiene Delespesse. No son un remedio milagroso, sin
embargo, son uno de los muchos elementos que mejorar nuestra dieta y nuestra
salud.
Fuente: todoalergias
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