La expectativa de vida de las personas, en nuestro país y en el mundo, va en aumento. Ello supone grandes alegrías y consecuencias positivas, pero implica también algunas contrariedades.
Un malestar cuya incidencia y prevalencia aumenta con la edad es la osteoporosis, "enfermedad del hueso poroso", que provoca la disminución en la resistencia del hueso y aumenta así el riesgo de fracturas.
"En la Argentina, el 50% de las mujeres presenta osteopenia disminución de la masa ósea sin llegar a osteoporosis, el 25% presenta osteoporosis y el 25% restante es normal, de acuerdo a estudios realizados en el país utilizando densitometría axial. Esto es igual a decir que dos de cada cuatro mujeres padecen osteopenia y una de cada cuatro osteoporosis", explica el reumatólogo y osteólogo Dr. Luis Fernando Somma.
MUJERES VS HOMBRES
Los hombres, en tanto, la padecen con menor frecuencia y a edades más tardías (1 de cada 5 mayores de 65 años). El riesgo principal y la manifestación típica de la osteoporosis es la fractura, que puede afectar a la muñeca, las vértebras y, de modo más grave, a la cadera.
La fractura de cadera es la manifestación clínica más grave de la osteoporosis. El Dr. Somma revela que su mortalidad es del 20% al 40% durante el primer año.
Y agrega que si bien estos valores dependen del país, en todos los casos la mortalidad es mayor en los hombres y aumenta con la edad. "Además, entre las personas que sobreviven, la mitad queda con alguna discapacidad o requieren asistencia permanente".
De acuerdo a cifras que maneja el IOF para América Latina, desde 1990 hasta proyecciones en 2050, el número de fracturas de cadera en hombres y mujeres entre los 50 y los 64 años aumentará un 400%. Para grupos de edad mayores a los 65 años el número ascenderá al 700%.
LA RAZON
El Dr. Federico Etchegoyen, del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Austral, explica que las fracturas se producen por la pérdida de elasticidad del hueso, propia de la osteoporosis, que hace que sea más susceptible ante un traumatismo leve.
La fractura de cadera, en particular, se produce alrededor de los 70 años, en el caso de las mujeres, y de los 80, en hombres; requiere hospitalización y en la mayoría de los casos, tratamiento quirúrgico.
La fractura vertebral ocurre a partir de la menopausia y produce dolor dorsolumbar, cifosis, disminución de altura, abombamiento abdominal y trastornos respiratorios y digestivos. La fractura de muñeca se produce también a partir de la menopausia y tiene alta incidencia hasta los 65 años.
UN AVANCE SILENCIOSO
La pérdida de densidad del hueso se produce de forma "silenciosa" y progresiva, y no da síntomas específicos que lleven al paciente al consultorio del médico. Por lo tanto, "resulta clave que la persona se preocupe por realizar consultas para descartar la enfermedad o para realizar el tratamiento preventivo", manifiesta el Dr. Etchegoyen.
Cuando se habla de prevención de osteoporosis, generalmente se hace referencia a una población de mediana edad y compuesta en su gran mayoría por mujeres, aunque los hombres mayores también están involucrados.
Como medida preventiva, se recomienda realizar una densitometría ósea en la columna y la cadera a todas las mujeres menopáusicas y a los hombres mayores de 70 años. También a quienes presenten alguna enfermedad relacionada a la pérdida de masa ósea (diabetes, celiaquia, anorexia, enfermedades de tiroides, insuficiencia renal, artritis, tabaquismo, alcoholismo) o que reciban tratamiento con corticoides. También se recomiendan los estudios para las personas que sufrieron fracturas y para aquellas que tienen antecedentes de osteoporosis o fractura de cadera.
NUTRICIÓN Y EJERCICIO
A la hora de prevenir y tratar la osteoporosis, y más allá de los factores genéticos que determinan mayormente el tamaño y la densidad de los huesos, también importan los factores relacionados con el estilo de vida: la buena alimentación, el ejercicio periódico, y evitar el cigarrillo y el exceso de alcohol. Una buena dieta incluye la cantidad suficiente de calorías y la cantidad apropiada de proteínas, grasas y carbohidratos, además de vitaminas y minerales, especialmente vitamina D y calcio.
Entre los ejercicios recomendados se encuentran: caminar, trotar, subir escaleras, practicar tenis, voleibol y deportes similares, hacer gimnasia aeróbica y baile. La mayoría de las personas debería realizar de 30 a 40 minutos de ejercicio entre tres y cuatro veces por semana. En cualquier caso, es bueno consultar al médico para determinar cuál es el ejercicio más adecuado, según la edad y el estado de salud de cada persona.
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